Hablemos de trasplantes de plantas: cuándo, cómo y por qué
Frecuentemente nos surge esta duda… ¿Cómo tengo que trasplantar? En el post de hoy os hablamos de varias ocasiones en las que es necesario el trasplante, cómo, cuándo y por qué trasplantar plantas.
Puede que nos encontremos en situaciones en las que pensemos: ¿cuándo tengo que trasplantar?, ¿cómo trasplanto?, ¿qué me hace falta para hacerlo? Pues es una actividad sencilla, placentera y necesaria a la que no hay que tener ningún pánico; simplemente hazlo cuando sea necesario.
Trasplantar es la actividad favorita de la mayoría de los jardineros; adoramos el contacto con el sustrato, realizar mezclas, elegir la maceta y darle todos los nutrientes y la energía que necesita la planta para seguir creciendo.
¡Cuidado! No debemos trasplantar por trasplantar: podemos estresar nuestra planta y perderla, cosa que no queremos en ningún caso. Entonces… ¡empecemos a hablar de trasplantes!
¿Qué necesito para trasplantar mis plantas?
Para trasplantar tus plantas simplemente necesitas:
- Un recipiente donde mezclar todos los ingredientes para crear un sustrato ideal para la planta con la que vayas a trabajar (procura que sea lo suficientemente grande para permitirte mezclarlos con facilidad).
- Si necesitas información sobre sustratos, aquí tienes varios artículos que seguro que te vienen genial:
- Una pala o cuchara para mezclar correctamente (también puedes usar directamente tus manos, que son la mejor herramienta)
- Un mantel plástico o una bandeja para agilizar la limpieza antes, durante y después de tus trasplantes y “cocina” de mezclas
- Maceta nueva. Según el tipo de planta decide qué material es mejor; aquí te dejo los pros y contras de cada una de ellas
- Una regadera, botella o lo que uses habitualmente para regar
- Abono o fertilizante
¡Atención! Es importante que la maceta que elijas no sea mucho mayor que la que ya tiene. Si ponemos una maceta mucho más grande que la anterior, la planta se centrará en investigar el sustrato mediante el sistema radicular y no se centrará en crecer hacia arriba; además, hará que la planta se estrese y seguramente la acabemos perdiendo.
¿Cómo trasplanto mis plantas?
Como he dicho antes, trasplantar es uno de los momentos favoritos de la mayoría de los jardineros.
Tenéis que hacerlo cuando sea necesario para vuestras plantas y tenéis que hacerlo en un momento en el que vosotros os sintáis cómodos.
Es guay organizarlo todo y hacer un especie de “ritual”, además, puedes aprovechar para hacer 2 o 3 trasplantes a la vez y elegir cada maceta, planta y sustrato minuciosamente.
Trasplantar es realmente sencillo; vamos a ello:
- Prepara un sustrato adecuado para la planta que vayas a trasplantar. Infórmate de qué planta es, qué tipo de sustrato le gusta y su necesidad de humedad
- Saca la planta de su maceta actual
- Observa el sistema radicular, comprende cómo es (cada raíz, bulbo o rizoma es un mundo aparte y muy interesante) y comprueba que está en buen estado
- Quita con ligeros toques la máxima cantidad posible de sustrato que tiene (si la planta está sana, no es necesario que deshagas el cepellón)
- Elimina las raíces que veas que están en mal estado
- Prepara tu maceta nueva: elije dos o tres tallas más y decide si es conveniente usar maceta de plástico o de barro, aquí te dejo los pros y contra de cada una
- OPCIONAL. Añade 1-2 dedos de arcilla expandida en la base de tu maceta nueva: ayudará al drenaje de tu planta y evitará encharcamientos
- Rellena con tu sustrato una parte, dejando espacio para tu planta y más sustrato
- Coloca tu planta sobre el sustrato que acabas de añadir de la manera más centrada posible
- Rellena el resto de tu maceta con sustrato
- Riega tu planta (si ves que después de regar necesita más sustrato, añádelo, pero no vuelvas a regar puesto que este paso ya lo has realizado y no queremos excedernos con los riegos)
- Aquí te dejo unos tips para saber cuándo regar y diferentes maneras de hacerlo
- Abona o fertiliza tu planta. Puedes elegir entre mil y un tipos de abonos; mis favoritos son los que se mezclan con el agua de riego, aunque eso va a gustos
- Elige un lugar donde poner tu planta. Infórmate sobre lo que le gusta, las condiciones que necesita y… ¡ya tienes tu planta en un nuevo y mejor hogar!
¡Cuidado! Si la planta que vas a trasplantar la acabas de comprar, no es recomendable que la abones o fertilices en el momento del trasplante, ya que al venir de un lugar ajeno no sabemos cuándo fue la última vez que se abonó o fertilizó. Procura dejar aproximadamente 15 días para no abonarla o fertilizarla en exceso, ya que no es bueno para ellas.
¿Cuándo tengo que trasplantar mi planta?
En este apartado podemos encontrarnos con varias situaciones, por lo que os voy a poner las más “clásicas”; si os encontráis en otra situación y tenéis dudas, podéis dejarlo en comentarios.
Veamos las situaciones más típicas en las que es recomendable hacerlo:
- Sustrato compacto
- Cuando riego la planta no absorbe el agua; puede ser que el agua encharque la parte superior de la maceta pero no drene o que cuando reguemos el agua salga rápidamente por los agujeros de drenaje de nuestra maceta
- Sustrato antiguo
- Si tenemos más de un año nuestra planta en la misma maceta, será recomendable trasplantarla. Si no es por tamaño, será por la calidad del sustrato. Retira el sustrato antiguo y añade una nueva mezcla con abono o fertilizante (y no olvides el hummus de lombriz, es lo mejor que le puedes aportar a tu planta)
- Las raíces se salen
- Puede ser tanto por la base de la maceta como por la parte superior. Tu planta está pidiendo un hogar más grande, consigue una maceta más grande y ayúdala a crecer con los nutrientes necesarios.
- Sustrato encharcado o demasiado húmedo
- Si has tenido tu planta en exterior o te has pasado con los riegos y pasan los días y el sustrato está demasiado mojado, es recomendable que saques tu planta de la maceta y esperes a que se seque el sustrato o directamente lo cambies. Esta situación puede no parecer problemática, pero para algunas plantas significa el final.
- Mi planta está perdiendo la forma, no crece o no lo hace de una manera habitual
- Si tu planta lleva mucho tiempo en la misma maceta, con el mismo sustrato o ves que no crece de la manera habitual, no tengas miedo y sácala de la maceta. Asegúrate de que esté sana, sin carencias, plagas o enfermedades. Si está todo bien, simplemente cambia el sustrato por uno mejor y el tiempo hará el resto.
- Acabo de comprar mi planta
- Aquí hay opiniones dispares entre los jardineros:
- Encontramos los que opinan que hay que dejar la planta unos días en casa para que se acostumbre a su nuevo hogar
- Otros opinan que hay que trasplantarla nada más llegar
- Tras tantos cambios de hogar (viveros, jardines, tiendas, supermercados, mercados…) la planta que adquiramos vendrá algo estresada. Es más factible estresarla un poco más trasplantándola ya que su recuperación será en un ambiente agradable: nuevo sustrato, nueva maceta, nuevo hogar
- Mi opinión. Considero que esperar a que se acostumbre a su nuevo hábitat y otra vez más trasplantarla y estresarla, es peor para ella. ¿Qué opináis al respecto?
- Aquí hay opiniones dispares entre los jardineros:
- Tras un ataque de plagas o enfermedad
- Mucha gente decide no trasplantar tras una plaga (cochinilla, araña roja, trips…), pero es importante que aunque se acabe por la parte foliar con ellas, el sustrato habrá que cambiarlo para prevenir, simplemente para asegurar al 100% que hemos acabado con esa plaga
- Retira todo el sustrato que puedas, no lo reutilices, limpia bien tu maceta o sustitúyela y añádele a tu maceta un nuevo sustrato
¡Atención! Mucha gente no trasplanta durante las épocas más frías o calurosas por miedo a que la planta se estrese demasiado y perderla. Mientras la planta no sufra cambios de temperatura muy bruscos el trasplante siempre será para mejor. ¡Anímate y no tengas miedo! Las plantas son mucho más fuertes de lo que pensamos.
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