4 formas de regar tus plantas

4 Formas diferentes para regar tus plantas

¡Hola a todos y a todas, amantes del reino vegetal! En el post de hoy os quiero comentar varias maneras de regar nuestras plantas. Este tipo de riegos es sobre todo para macetas de tamaño mediano o pequeño, ya que para macetas grandes o jardineras muy pesadas será difíciles de aplicarlos.

¿Queréis conocer los diferentes tipos? ¡Allá vamos!

Riego por arriba

El riego clásico, de toda la vida. Es el más utilizado y conocido.

Simplemente se trata de aplicar el riego directamente sobre el sustrato desde la parte superior de la planta. Para mi es el método más fácil aunque con algunas plantas como la Begonia Masoniana River no lo recomiendo, ya que tenemos que tener en cuenta qué tipo de planta es para no excedernos con la humedad y mantener la planta lo mejor posible.  

Simplemente coge tu regadera, vaso, botella o lo que utilices para regar y aplica agua en el sustrato hasta que la planta drene.

Tenemos que tener en cuenta qué planta estamos regando para utilizar este método, ya que si los tallos y hojas de nuestra planta son sensibles al contacto con el agua, podremos utilizar alguno de los métodos que os presento abajo.

Tip extra. Siempre que riegues, controla y retira las hojas muertas que veas en el sustrato, así evitarás la aparición de plagas y enfermedades en tus plantas.

Riego por inmersión

Para aplicar este método de riego tendremos que conocer bien nuestra planta.

En este caso tendremos que coger nuestra planta y sumergirla en un cubo, fregadero o recipiente lleno de agua. Se sumerge totalmente el cepellón con la maceta para que absorba la máxima cantidad de agua posible que necesita tu planta. Tras sumergirlo, tienes que dejar a que el sustrato y la planta drene todo el exceso de agua.

Es un método efectivo, aunque hay que tener cuidado porque si se trata de plantas muy sensibles al exceso de riego o no les gusta que sus hojas se mojen, no es el método más recomendable. 

Riego por el plato

Fácil y seguro. Simplemente coge tu planta y posa la maceta sobre un plato de riego, llena el plato de riego con agua y deja que tu planta absorba el agua que necesita. Yo suelo dejarlo aproximadamente una hora, aunque si lo dejáis más no pasará nada. Tras esto, deja que tu planta drene toda el agua que no necesita. Es un método fácil y seguro ya que la planta decide cuánta agua le es necesaria en ese momento.

Tip extra. Puedes usar un cubremacetas con algo de agua para que continúe siendo estético. Recuerda que después tienes que retirar el agua sobrante y dejar que la planta drene el exceso de agua para evitar pudriciones y futuras enfermedades.

Ducha

Ideal para plantas sedientas, que les gusta la humedad y ayuda a limpiar sus hojas.

Si tu planta es grande, necesita bastante riego, tiene hojas grandes y lisas y le gusta la humedad, esta será su manera ideal de regar. Realmente es el mismo proceso que el riego por arriba, aunque a lo “bestia”.

Coge tu planta y ponla en tu ducha o bañera. Con el mango de la ducha, ve mojando tanto las hojas, tutor (si lo tiene), tallos y sustrato. Esto ayuda a que puedas limpiar las hojas de tu planta, las hidrata y además regamos nuestra planta. Es un método fácil y que además con él, matamos dos pájaros de un tiro.

¡Cuidado! Si se queda agua en el plato de riego es recomendable que lo vacíes para evitar encharcamientos y la pudrición de nuestras plantas.

¿Qué os han parecido estos métodos para regar nuestras plantas? ¿Cuál es vuestro favorito? ¡Dejádmelo en comentarios!

Yo, como soy muy clásica, me quedo con el sistema de riego por arriba, siempre teniendo en cuenta que hay que cambiar en algunos tipos de plantas.

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