Laurel: cultivo y cuidados
Conocido como “Laurel salsero” por sus usos culinarios, el Laurel es una planta robusta y fácil de cultivar tanto en exterior como en interior si se le aporta suficiente luz. Hoy hablamos del Laurel: su cultivo y sus cuidados.
Al tratarse de una planta tan robusta estamos acostumbrados a verla en parques, calles, barrios y jardines, como un gran arbusto o un pequeño árbol.
Puedes tenerla en tu terraza, balcón o jardín para decorar y, además, usar sus hojas en tu cocina o como planta medicinal. ¿Qué más se le puede pedir a una planta?
Tipo de planta y origen
Y sí, el Laurel es una de las primeras plantas de interior que utilizó el hombre; hay constancia de que los atrios romanos contaban con macetones del Laurel, por lo que hablamos de una planta utilizada y cultivada desde hace más de dos mil años.
Algo interesante… Todos relacionamos el laurel con las coronas con las que griegos y romanos decoraban las cabezas de sus héroes. El laurel era un símbolo del triunfo, una planta venerada que usaban también en ceremonias de adivinación; en algunas zonas, se plantan laureles alrededor de las casa para protegerlas; en otras, se bendicen las hojas el día de Domingo de Ramos y se guardan en las casas porque así están también benditas (igual que con las palmas y el olivo).
En el caso de hoy, vamos a hablar del Laurus Nobilis, una planta brillante, verde, fácil de cuidar, de cultivar y con distintos usos aromáticos y medicinales, aunque de crecimiento lento. Pertenece a la familia de las Lauráceas, a la cual da nombre, y procede de zonas mediterráneas.
Hablamos de un pequeño árbol o gran arbusto, que tiene una lisa corteza grisácea. Las hojas son siempre verdes, de forma alargada y ovalada, de bordes completos, verdioscuras y coriáceas. La cara superior de sus hojas es satinada y el envés, de un verde más pálido.
Sus flores son masculinas o femeninas y crecen en plantas separadas, pequeños grupos de flores blanco-amarillento que aparecen en las axilas foliares superiores.
Los frutos o bayas son del tamaño menor a una cereza, primero verdes y con el tiempo negro brillante (muy similares a las bayas de la Hiedra).
De la planta usualmente se consumen las hojas, que tienen un olor picante y aromático, aunque también se puede tomar el aceite de Laurel, que se obtiene de las bayas frescas y es de color verde pálido.
Riego y humedad
Es de esas plantas que aguanta cierta sequía, aunque para que produzca flores y crezca correctamente es recomendable regarlo cada vez que veamos el sustrato seco con abundante cantidad de agua.
Recuerda que… Es importante evitar los encharcamientos en el sustrato para evitar el ahogamiento y la pudrición de las raíces de las plantas.
Para que tu Laurel se mantenga limpio y luzca más, es bueno pulverizar sus hojas, ya que agradecerá un extra de humedad para seguir creciendo.
⇒ Tips para limpiar las hojas de tus plantas
⇒ Cómo mantener la humedad en tus plantas
¡CUIDADO! Recuerda pulverizar tus plantas cuando el sol no sea muy fuerte, si lo haces durante las horas de más exposición solar, el agua actuará como lupa y quemará el follaje de tus plantas.
Iluminación y ubicación
Puedes tener tu Laurel tanto en interior como en exterior, eso sí: asegúrate de que recibe luz solar directa. El Laurel necesita estar a pleno sol, no crecerá tanto sin él.
Si no te importa tener un Laurel pequeño, o no tienes exposición solar durante muchas horas, tu Laurel aguantará igualmente, aunque florecerá menos y su crecimiento no será tan rápido ni espectacular como si lo tienes al sol.
En cuanto a la temperatura, el Laurel como hemos dicho a lo largo de este artículo, es una planta realmente fuerte, por ello aguantará heladas suaves, pero si resides en un lugar donde bajan mucho las temperaturas durante el invierno, es recomendable que resguardes y protejas tu Laurel del frío.
⇒ Aprende cómo proteger tus plantas del frío
Tipo de sustrato, maceta y suelo
Afortunadamente, el Laurel es una de esas plantas sumamente agradecidas, de fácil adaptación y proliferación.
Le agrada el suelo alcalino e incluso pedregoso, por lo contrario, no le agrada el terreno ácido, por lo que es recomendable que si lo tienes en tu jardín, añadas allá donde lo tengas plantado una buena cantidad de hummus de lombriz o mantillo.
Es recomendable que el trasplante se realice cuando han caído sus flores y frutos, en ese momento el Laurel entra en un reposo vegetativo y puede ser trasplantado sin ningún miedo.
Recuerda que… El laurel es una planta de lento crecimiento. Tienes que tener paciencia y dejar que la planta lleve su propio ritmo.
Las plagas más comunes que atacan al Laurel
Las plagas más comunes del Laurel son el oídio, los pulgones y la psila.
El Oídio
- El oídio se manifiesta como un polvo sobre el follaje de las plantas. Su nombre científico es Sphaerotheca Pannosa y es uno de los hongos más frecuentes en las plantas ornamentales.
- Aparece en forma de polvillo ceniciento (en realidad es el micelio de los hongos), que se instala en el limbo para emitir hifas que van succionando la savia.
- Solución al oídio: aparece con la humedad y aumenta cuando se moja el follaje de las plantas. Es importante no pulverizar las plantas a diario y mucho menos mantener el follaje siempre húmedo. Si resides en un lugar muy lluvioso, cuidado con este hongo. Se ha de tratar con un fungicida.
Los Pulgones
- Los pulgones cubren totalmente los brotes tiernos de las plantas y, si te acercas, podrás ver el movimiento de estos diminutos insectos. Hay distintos tipos de pulgones: negros, rojos, amarillos, verdes… El Aphis Fabae se alimenta de los pequeños brotes sin dejar que la planta continúe su crecimiento.
- Solución a los pulgones: es importante descubrir y controlar la plaga antes de que esté muy avanzada. Tendrás que fumigar preventivamente tu planta para controlar esta plaga; es recomendable un insecticida sistémico.
¿Sabías que…? Si ves hormigas merodeando por tu planta es muy posible que tengas pulgones: actúan como pastoras para los pulgones y estos dejan que se alimenten de la melaza de las plantas.
La Psila
- La Psila del Laurel (Cacopsylla Pyri) es un insecto que ataca de forma habitual a los Laureles.
- Ataca a las hojas, que se enrollan y amarillean en los brotes finales. Es una de las plagas que se detectan una vez ya ha atacado a la planta, ya que son parásitos imposibles de ver a simple vista.
- Al igual que con cochinillas y pulgones, la Psila produce y segrega melaza que ayuda a la proliferación del hongo de la negrilla.
- Como con los pulgones, es importante utilizar un insecticida sistémico de manera habitual para evitar la aparición de esta plaga y eliminar las zonas afectadas.
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Multiplicación y poda del Laurel
⇒ Con semillas
- Al ser una planta que produce frutos o bayas, tendremos la opción de plantar las semillas y una vez hayan germinado, podremos pasarlas a planteles hasta que tengan suficiente envergadura para pasarlas a macetas más grandes e incluso suelo.
⇒ Con esquejes/acodos
- El Laurel también se puede multiplicar mediante esquejes o esquejes de acodo, cortando o acodando la parte seleccionada durante la primavera y, una vez eche raíces, al igual que los planteles de semillas germinadas, pasarlas a macetas o suelo.
⇒ La poda
- La poda del Laurel es sumamente sencilla, podrás hacerla en cualquier época del año, aunque es recomendable que la hagas cuando sus frutos y flores hayan caído, durante su época de reposo. No es recomendable que las podas sean demasiado fuertes, ya que esto debilitará la planta y será una llamada de atención para plagas y enfermedades.
- Para formar setos…
- Cultivamos laurel por su valor como especia y por su valor decorativo; además, es ideal para por formar setos tupidos, que nos ayudan a mantener una clara separación con otros jardines o mantener nuestra intimidad.
- Para formar setos…
⇒ ¿Cómo secar las hojas del Laurel?
- Recoge las hojas temprano (mantienen todo su aceite esencial)
- Colócalas en toallitas de papel sin que se toquen entre sí
- Ponlas en una habitación seca y bien ventilada
- Déjalas dos semanas y recuerda voltearlas de vez en cuando
- Mira las hojas; si mantienen un color verde oscuro, déjalas unos días más
- Ahora ya están secas; listas para consumir, guárdalas en un tarro y espera la ocasión ideal
Ideal para tus armarios… Las hojas de laurel te ayudan a mantener tu ropa perfecta. Si guardas la ropa de hogar en cajones, mete hojas de laurel para conseguir, además de un agradable aroma, una protección antipolillas.
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