Caléndula: usos de la flor medicinal
Conocida por sus flores y sus usos cosméticos, la Caléndula (Calendula officinalis) es una de las plantas más utilizadas como planta o flor medicinal.
Si tienes alguna Caléndula en tu jardín y te apetece saber más sobre ella y sus cuidados, te recomendamos que leas este artículo Caléndula: cuidados.
En este post hablamos de los usos medicinales de la planta o flor de CALÉNDULA y te enseñamos cómo preparar tu propio aceite de caléndula.
La Caléndula es un arbusto con flores de color amarillo o anaranjado. Florece prácticamente durante todo el año si está en buenas condiciones, por ello lo más utilizado son las flores.
Su sabor es amargo y tiene un aroma muy sutil.
Como uso medicinal solemos usar las flores, que se cosechan habitualmente en primavera, aunque como hemos dicho antes si la planta está en buenas condiciones podremos hacerlo durante todo el año.
Usos medicinales
La Caléndula contiene flavonoides, triterpenos, saponinas, carotenoides y aceites esenciales.
Es una planta medicinal antiinflamatoria, calmante, dermoprotectora, cicatrizante, antiséptica y fungicida (además de otros usos), por ello prácticamente siempre se recomienda usar por vía externa.
La mayoría de las veces se usa para el cuidado de la piel y el cabello en cosmética natural: picaduras de insectos, dermatitis, quemaduras solares leves, rozaduras, arañazos, inflamación…
El aceite de Caléndula se suele usar para hidratar pieles secas y, además, es excelente para bebés en el caso de dermatitis del pañal, ya que lo alivia y previene cualquier inflamación. Es muy recomendable en bebés y embarazadas porque su uso tópico es muy seguro.
Para el cabello, es habitual usar el aceite en forma de champú o acondicionadores, sobre todo para cabellos sensibles o en caso de irritación o caspa leve.
Como infusión la podemos tomar haciendo gargarismos o colutorios para desinflamar encías y frenar pequeños sangrados bucales.
Cuidado: puede producir alergias. Ante cualquier alteración consulta con un experto.


Prepara tu propio aceite macerado de caléndula
¿Qué necesitas para hacer tu aceite de caléndula?
- Flores secas de caléndula (mejor secas que frescas para evitar moho).
- Aceite (aunque nosotros recomendamos el aceite de oliva por cercanía, aquí te damos algunas opciones):
- Aceite de oliva → nutritivo, protector.
- Aceite de almendras → ideal para piel sensible o de bebé.
- Aceite de girasol → ligero, rápido de absorber.
- Aceite de jojoba → regula grasa, perfecto para cutis mixto o graso.
- Frasco donde guardar el aceite (mejor si es de cristal y tiene pipeta).
Preparación del aceite de caléndula
- Llena el frasco hasta la mitad con flores secas de caléndula.
- Cubre completamente con el aceite elegido.
- Tapa bien y deja macerar en un lugar cálido pero sin sol directo.
- Espera 1-2, agitando el frasco suavemente cada 2–3 días.
- Filtra con una gasa o filtro de café separando el aceite de las flores.
- Guarda el aceite en un frasco oscuro, bien cerrado, en lugar fresco.
- Ya tienes listo tu aceite de caléndula para usarlo.
Con él podrás dar masajes, usarlo como hidratante, mezclarlo con cremas o pomadas, hacer jabón de Caléndula…
Además, al ser un aceite, no tienes que preocuparte por su caducidad, ya que durará más de un año si está en buenas condiciones.
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